La configuración de una oficina puede ser crucial para fomentar el trabajo en equipo, alcanzar metas colectivas y asimilar los valores y la cultura de la empresa. Un diseño inadecuado, por el contrario, puede contribuir a fragmentar al equipo y promover el individualismo.
Como dijeron los arquitectos Steinfeld y Maisel: «A través del diseño, los seres humanos eliminan las barreras y desarrollan ambientes, productos y sistemas de apoyo para facilitar el logro de sus metas».
Hoy en día, muchas empresas son conscientes del valor del factor humano en el trabajo y aprecian a sus empleados de manera manifiesta, procurando no perderlos. Sin embargo, en algunos sectores empresariales, como el de la tecnología, existe una gran dificultad para retener el talento y evitar la rotación de plantilla, tanto en las grandes tecnológicas como en las pequeñas startups.
En el contexto social actual, los empleados no sólo valoran el aspecto económico para permanecer en una empresa, sino que buscan alcanzar metas de bienestar personal. Ya no es suficiente con pequeños aumentos salariales; ahora, para desarrollar un sentido de pertenencia y compromiso, los empleados necesitan sentirse valorados y trabajar en un entorno agradable.
Un buen ambiente no significa un clima festivo, sino un entorno en el que prevalezcan la amabilidad y la educación, se valore y reconozca el esfuerzo, y se facilite la relación entre compañeros para crear un clima de confianza y luchar por unos objetivos comunes. Para lograr este propósito, en primer lugar, la empresa debe ser coherente y creer realmente en los beneficios de fomentar el trabajo colectivo.
Diversos sectores empresariales, como el textil, hace tiempo que se dieron cuenta de la utilidad del diseño de interiores para transmitir los valores de la empresa a su plantilla y crear un clima laboral positivo, evitando así la rotación en los puestos de trabajo. En el sector tecnológico, tal vez debido a su crecimiento desmesurado en muy poco tiempo, se asiste con inquietud a la rotación continua de personal y se plantean cómo retener el talento.
Una herramienta fundamental conseguir estos propósitos es el DISEÑO, en mayúsculas. El diseño es el procedimiento que nos ha permitido adaptar el medio a las necesidades humanas. Actualmente, al igual que es fundamental conocer los principios del diseño digital para crear una página web en la que el usuario interactúe y navegue con facilidad, para recrear un ambiente que fomente el trabajo en equipo y que facilite la interacción entre los distintos usuarios, es necesario conocer los fundamentos del diseño de interiores. La usabilidad no es un término exclusivo del diseño digital, sino que se aplica al diseño universal.
Con estos propósitos, en Nabegos, llevamos 45 años creando entornos corporativos. Nuestro objetivo no es sólo crear espacios branding estéticamente bonitos y originales, sino también adaptar el entorno a las necesidades corporativas de cada empresa. El estudio en profundidad de los principios del diseño del brand space y la experiencia de trabajar con empresas de referencia a nivel internacional en diferentes países, nos ha permitido conocer las claves para diseñar espacios branding que favorecen el buen ambiente y la comunicación. Así se evita desperdiciar el talento de los empleados y se fomenta la asimilación de metas colectivas por parte de la plantilla, lo que contribuye a mejorar la estabilidad.
